El lenguaje se configura como aquella forma que
tienen los seres humanos para comunicarse. Se trata de un conjunto de signos,
tanto orales como escritos, que a través de su significado y su relación
permiten la expresión y la comunicación humana.
El lenguaje es posible gracias a diferentes y
complejas funciones que realiza el cerebro. Estas funciones están relacionadas
con lo denominado como inteligencia y memoria lingüística. La complejidad del
lenguaje es una de las grandes diferencias que separan al hombre de los
animales, ya que si bien estos últimos también se comunican entre sí, lo hacen
a través medios instintivos relacionados a diferentes condicionamientos que
poca relación tienen con algún tipo de inteligencia como la humana.